El alarmante incremento de los accidentes mortales de tráfico en las calles de Zaragoza que ayer apuntaba este periódico ha puesto en alerta al ayuntamiento de la capital aragonesa. Ayer mismo, el concejal de Movilidad Urbana, Jesús Sarría, anunciaba una batería de medidas de seguridad vial de carácter preventivo centrada fundamentalmente en la protección de los viandantes, en particular los de la tercera edad, así como en un incremento de los controles de alcoholemia y velocidad. Es un primer paso muy importante que, además, se toma con celeridad. Estas medidas coercitivas son muy necesarias para intentar frenar la escalada de muertes que vive Zaragoza. Pero todas ellas no servirán de nada si los ciudadanos no ponen de su parte. Todos debemos concienciarnos de la peligrosidad de la circulación. Si no moderamos nuestros malos comportamientos --que todos los tenemos alguna vez al circular-- no haremos nada.