La Justicia ha vuelto a demostrar que en muchas ocasiones está al margen de la sociedad. Quien no considere como humanamente comprensible que un familiar, en un momento de tensión por la muerte de un ser querido, cargue contra un juez, no parece estar en este mundo. Algo así le pasó al acusado que fue condenado por la Justicia a dos años de cárcel por amenazar a un juez. ¿No es una sentencia desorbitada, teniendo en cuenta que hay mucha gente que ha cometido peores actos y ahí continúa como si tal cosa? Probablemente la actitud del acusado necesitará una sanción pero la cárcel es una pena excesiva.