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RATO, MATOY FIDALGO

Lo mejor de la semana fueron sin duda las propuestas económicas y fiscales del PSOE. Y no por su contenido (ni soy el más indicado para valorarlo ni tengo espacio para hacerlo) sino por lo que vino después. Me conmovió la preocupación de Rato por los dineros que se ahorrarían las grandes empresas españolas, tan coherente con su trayectoria, pues sabido es que don Rodrigo, como buen zapatista, siempre fue partidario de freír a impuestos a los poderosos para colmar de lujos a los parias de la tierra. O escuchar a Ana Mato, afamada experta en la materia, descalificar con un desplante (increíble, ridículo, insolvente) un programa respaldado por insolventes como Luis Angel Rojo o Pedro Solbes y presentado por un lego como Miguel Sebastián. Qué coraje tiene esta mujer.

Y, aún mejor, lo de José María Fidalgo, ese pedazo de sindicalista (unos dos metros). Fidalgo dice que es de derechas eso de la estabilidad y la bajada de impuestos, o sea que aún cree que la política redistributiva consiste en mano dura con los ricos y subsidios para los pobres. Yo pensaba que el secretario general de CCOO había superado ya la paleopolítica (cuando se reúne con Eduardo Zaplana, Fidalgo se pone más moderno que Britney Spears) y que alguien le contestaría como se merece pero parece que no, que en este país los sindicatos tienen bula.

En fin, algún día habrá que hablar en serio de los sindicatos en general y de este sindicalista en particular. El que avisa no es traidor.

*Periodista

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