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Cartas al director

BIOSEGURIDAD

El protocolo

***Emiliano Quílez Roche

***Zaragoza

El protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad, el primer acuerdo que regula el tráfico internacional de organismos (animales y plantas) modificados con técnicas biotecnológicas entró en vigor el pasado 11 de septiembre.

El acuerdo exige a los países exportadores informar a los importadores de las características de los organismos, para que decidan si introducen animales y plantas transgénicos en sus territorios.

El protocolo es un acuerdo suplementario a la Convención de Naciones Unidas sobre Diversidad Bioló- gica.

Fue firmado por 103 países el 4 de enero del 2001, pero hasta el pasado 13 de junio no se llegó a las 50 ratificaciones necesarias para ponerlo en marcha.

El texto fue muy debatido, pero al final la necesidad de que los productos transgénicos recibieran luz verde del país importador se impuso sobre la postura del libre comercio (defendida por los principales países productores de transgénicos).

Hasta el momento, un total de 59 países han ratificado el Protocolo. Sin embargo, entre ellos no está ninguno de los principales países productores.

El 94% de los cultivos transgénicos se encuentran en EEUU, Canadá, Australia, Argentina, Uruguay y Chile.

EEUU no forma parte de la convención y, por tanto, tampoco del Protocolo.

Los demás sí son Estados parte de la convención pero sólo han firmado (no ratificado) el protocolo, con excepción de Australia, que ni siquiera lo ha firmado.

Los países importadores tendrán derecho a rechazar un envío de transgénicos si existen dudas científicas sobre sus efectos en la salud o el medio ambiente. Se estima que ahora "los países que no quieren transgénicos tienen incluso más legitimidad que antes para bloquear la entrada".

DEPORTES

Con campo y sin luz

***José Luis Mainar Gimeno

***Zaragoza

No sé si muchos de los aficionados al fútbol sabrán o habrán oído algo de los problemas que está teniendo un equipo ubicado en la margen izquierda, conocido por todos seguidores de este deporte, se trata del C.D. Actur Pablo Iglesias.

Este club está sufriendo una serie de adversidades que nadie comprende. La primera viene dada por parte de la anterior corporación municipal cuando fue concejal de Deportes el señor A. Suárez, que les prometió unos vestuarios nuevos que, al final, "con alguna deficiencia en el proyecto", se han terminado de construir, pero no en el tiempo esperado.

Después de cuatro meses que llevan terminadas las obras, resulta que carecen de corriente eléctrica. ¿La solución?..., ¡muy sencilla!: "consiste en enviar un técnico para montar unos aparatos; revisar la instalación y determinar el estado de la misma". ¿El responsable?..., la DGA, "que debería tomar cartas en el asunto mandando los informes correspondientes a Eléctricas, autorizando el montaje de los aparatos con lo cual el problema se solucionaría, y podrían entrenar y jugar doscientos chicos en su campo municipal", el Pablo Iglesias. Las repercusiones deportivas y económicas derivadas por estos retrasos son importantes y pueden tener serias consecuencias para el futuro del club.

Llevan temporada y media entrenando y jugando al fútbol en los campos de la F.A.F. cuando pensaban estar media temporada. Esto está generando al club un gasto adicional difícil de soportar con 11 o 12 equipos en competición. Todo esto produce en un aficionado como yo rabia e impotencia. ¡Ya está bien señores! ¡Hagan su trabajo! Y no dejen a oscuras a un club querido en el barrio que sólo pide luz para poder trabajar con sus chavales.

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