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Cartas al director

POLITICA

El nuevo Delegado

***Vicente Franco Gil

***Zaragoza

Alardear de ser militar antes que de político cuando se asume el cargo de delegado del Gobierno en Aragón, es raro, raro, raro. A Javier Fernández, neófito en la gobernación de la sociedad civil, no le caracteriza precisamente el ardor guerrero de la milicia puesto que la mayoría de sus destinos han sido bastante sedentarios.

Por otro lado, pasar a la reserva voluntariamente para ser profesor de universidad, no creo que sea para jactarse de su pretérita condición castrense, máxime cuando se le atribuye entre el alumnado un prepotente estiramiento quizá impropio de un docente.

No es lo mismo mandar a cadetes en la Academia General Militar bajo el síndrome disciplinario del "deme nota" (sanción), que volcarse eficazmente con la ciudadanía como depositaria de la soberanía que la Constitución Española le reconoce.

Espero que, de entre las virtudes marciales que aprendió en el decurso de su anterior profesión, no olvide las de honradez, el amor al servicio y la satisfacción del deber cumplido. Existen tres parámetros que miden el talante de los cargos públicos: la solvencia técnica, la sensibilidad social y la inteligencia política. No se cuál o cuales le caracterizan, pero le aseguro que el Sr. Ameijide, su predecesor, no ha dejado duda en ninguna de ellas por su altísima y reconocida competencia.

¿Sabrá conjugar Javier Fernández la brillantez diplomática con la ecuanimidad de sus decisiones?

Tome nota y no se deje llevar por la nostalgia de tiempos pasados que por voluntad propia usted mismo quiso abandonar.

POLITICA

Precipitaciones

***Francisco Arnas Serrano

***Zaragoza

"Después del viaje a Casablanca de Rodríguez Zapatero, Marruecos ha certificado que las relaciones bilaterales con España han entrado en una "nueva era". "El 27 de Mayo no quedará ningún soldado español en el polvorín iraquí". "Se paraliza el Plan Hidrológico Nacional". "Zapatero propone a Berlín y a París pactar una salida a la crisis de Irak". "El Gobierno inicia el deshielo con Ibarretxe intentando rebajar la tensión institucional". Así se podría seguir citando titulares de los últimos días proporcionados por lo medios de comunicación. Y siendo así:

¿Por qué la oposición está tratando de crear un clima de inestabilidad y precipitaciones no precisamente meteorológicas? Parece existir un cierto interés en que el nuevo presidente se resbale dentro de un contexto o tejido de tela de araña. Y que las precipitaciones o el chaparrón sean de tal intensidad que no haya "pluviómetro político" capaz de medirlas.

¿Existe un interés, al menos ese es el tufillo que se respira cuando presenciamos la última intervención en el Congreso, de ponerlo nervioso? ¿Por qué se meten contra él por cuestiones tan tontas como su tipo de sonrisa? ¿Tendrá al final razón la Pantoja cuando dice que a los enemigos les fastidia que les "enseñemos sonrisa y dientes"? ¿Por qué causó tanta risa y comentarios el hecho de que llamara a Rajoy con el nombre de Aznar? La oposición no está dando al señor Zapatero ni esos mínimos días de confianza que se le conceden a todos los Gobiernos. Y es una pena.

Zapatero debe seguir como hasta ahora, derrochando sonrisa, con tranquilidad, pero con la cautela que emplea el cirujano a la hora de tirar de bisturí: tiene que cortar muchas cosas que se ha encontrado infectadas. Y se va a encontrar con muchos gérmenes.

P.D. Sentimos alegría por la vuelta a casa de los primeros soldados que regresan de Irak, al que no debieron nunca ir, pero encontramos inapropiados esos brindis con cava que deberían haberse hecho con mayor discreción en los ámbitos familiares.

No se puede brindar en público a la salida de un cementerio.

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