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DEBATE POCO EQUILIBRADO

Ya tengo dicho hasta la saciedad que José María Aznar no puede considerarme precisamente un admirador, pero debo decir que de todas las intervenciones públicas que le he conocido la realizada ante la comisión de del 11-M me ha parecido la mejor. Muy en su línea, que no comparto; muy en su forma, que comparto aún menos. Pero ciertamente fueron las palabras de quien es consecuente con lo que piensa y lo mantiene hasta el final. Tuvo también indudables aciertos y momentos de prudencia, como cuando le invitaban a hablar de lo que había sido el Ministerio de Interior años atrás. Obviamente, ya le hubiera gustado hablar de algunos años atrás; pero se contuvo. Con todo, la noticia creo que fue la incomparecencia de Pérez Rubalcaba. Este fue quien de verdad ganó las elecciones, no Rodríguez Zapatero, y tenía la ocasión de batirse con quien las perdió, Aznar, y no Mariano Rajoy. Aguardó a que acabara el día, y cómodamente instalado en una emisora de radio, dictó su parecer sin nadie que pudiera replicarle. Postura cobarde sobre todo si tenemos en cuenta que echó al ruedo a un tal Alvaro Cuesta, que no sabía el pobrecillo por dónde se andaba.

*Abogado

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