La contaminación de los ríos y los incendios forestales son las principales preocupaciones medioambientales de los aragoneses, muchos de los cuales (más de un 40%) estaría dispuesto a pagar una tasa anual para conservar el medio natural. La DGA ha querido medir en euros el valor que los aragoneses dan a la biodiversidad, y el resultado indica que el entorno preocupa mucho más que el patrimonio histórico artístico. La conservación del medio ambiente requiere atención y presupuesto, pero por encima de todas las cosas requiere concienciación y educación. Y en este sentido parece que Aragón va por buen camino.