BALLET

¿Qué está pasando?

***M. Eugenia Alvarez y Zaera

***Zaragoza

No sé si ésto servirá para algo o no, pero mi espíritu artístico se queda más tranquilo si, al menos, lo intento. Supongo que mi opinión no es ninguna maravilla para la mayoría de la gente, porque no me conocen y sobre todo porque no soy nadie en el mundo del ballet, pero sí soy una persona normal, como la mayoría, que no entiende absolutamente nada de lo que está ocurriendo.

A ver... tenemos un ballet en Zaragoza desde hace un montón de años, un ballet que en su tiempo fue de los mejores, un ballet emblemático, que aún en su decaimiento todo el mundo conoce y respeta. Resulta que tenemos, también, en España la raíz de los mejores bailarines del mundo y que además, algunos de ellos han salido de nuestra propia ciudad. Y como broche de todo, sabemos que una de las mejores escuelas de Europa está aquí, en Zaragoza, El Estudio de Danza de María de Avila, la creadora de la mayoría de las primeras figuras que "andan bailando en las mejores compañías del mundo". Entonces, me pregunto: ¿por qué pretendemos destruir algo que podemos arreglar?, ¿por qué nos empeñamos en deshacer lo hecho, para crear, quizás (eso no lo sé), algo novedoso y falto de historia?

Es, por poner un ejemplo, como cuando se derriba una maravillosa casa antigua para construir un edificio moderno, ¿es que acaso no podemos guardar la estructura, conservar la fachada y remodelarla por dentro? ¿No podemos arreglar el ballet de Zaragoza señores? ¿De verdad somos tan torpes, artísticamente hablando, que no sabemos levantarlo teniendo aquí a los mejores? ¿Hemos de desintegrarlo para salir del apuro ?

Yo, como otros muchos, no me lo puedo creer. Entren en sus cabezas, piensen, pregúntense qué hay qué hacer o pregunten a las personas que lo saben. Y no tiren la toalla antes de tiempo.

No llamen imposible a lo que solamente es difícil.

CIUDAD

5 de marzo

***Ventura Brunet Castells

***Zaragoza

¡Cómo me gusta la Cincomarzada!

Es un día especial; y eso que este año he cambiado las cervezas de las diez de la mañana, por el paseo familiar, visita a los columpios incluida.

A priori todo, salvo el tiempo claro, prometía estar a la altura de la festividad, mejor organización, medidas de seguridad, protección civil en bicicleta, más contenedores para la basura y sobre todo, que no falte, un retén de cervezas en la esplanada del comienzo del parque del Tío Jorge, por si fallan las previsiones de sed, formado por muchos barriles, una montaña de ellos.

Me gustó mucho este año comprobar que nuestra fiesta tiene caracter internacional, ya que podías encontrar todo tipo de manjares de múltiples países, pero bien montado. Claro que no pude sucumbir al tradicional olor de la longaniza a la brasa, y más tarde a la formidable puesta en escena de las tapas de la asociación AZAJER, ¡qué despliegue de mostrador!, no sabías con cuál quedarte y a precios populares, ¡oiga!

Pero para darle un toque colorista al vermú mañanero, probamos los productos colombianos, buenísimos y con salsa ají.

Vaya espectáculo de paseo central. No faltaron las múltiples reinvindicaciones, los problemas de Panrico-Donuts, "Sí al ballet de Zaragoza", "Salvad al oso pardo" y unas cuantas más, y es que hay que aprovechar el mogollón para que la ciudadanía se entere por voz de sus protagonistas.

Lástima que en nuestro acercamiento a las ferias, un pelín caras, nos tocó la nube de turno y el aire más gélido que hizo que nos retiráramos con el estómago agradecido y una camiseta muy guapa de Payasos sin fronteras.