Ha causado no poca sorpresa saber que el Gobierno de Aragón proyecta construir un palacio de congresos de gran capacidad en el entorno de la Feria de Muestras y de Pla-Za. Sin embargo, desde el Ayuntamiento de Zaragoza se da por hecho que ese palacio de congresos, u otro, irá en Ranillas, tal y como figuraba en el proyecto básico de la Expo. De ello se deduce que la capital aragonesa podría disponer finalmente incluso de dos equipamientos complementarios, uno al Norte y otro al Sur; siempre y cuando las instituciones respectivas consigan armonizar sus propuestas.

Lo que está poniendo sobre la mesa el Gobierno aragonés es un gran complejo en el entorno de la Feria de Muestras y de la Plataforma Logística que conectaría con la futura segunda estación del AVE, el aeropuerto y de alguna forma con el entorno urbano de Valdespartera y Arcosur. Es una idea ambiciosa y sujeta a muchos condicionantes. El más importante de todos ellos es que, simultáneamente, se va a construir al otro lado del Ebro un gran espacio dedicado a la Exposición Internacional y luego a otros usos terciarios, que a su vez estará conectado con la Intermodal, el barrio del AVE y la ciudad consolidada. ¿Dará de sí Zaragoza para tan ambiciosas iniciativas?