El Rey y su familia pasan las vacaciones en Mallorca, el presidente del Gobierno español se refugia en Doñana, el presidente aragonés lo hará en su casa de Bonansa, el vicepresidente Biel se reparte entre Teruel y el Pirineo, el consejero de Agricultura se quedará en su pueblo, Ontinar del Salz, a ver si llueve... Todos los políticos tienen un destino estos días, todos menos los del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Zaragoza, que no revelan el lugar de descanso por "razones de seguridad". Los silencios municipales empiezan a ser ridículos.