La margaritífera auricularia, un bivalvo que ha sobrevivido en la cuenca del Ebro y que está protegido al ser una especie en peligro de extinción, parece que tiene más enemigos que las variables medioambientales que lo acosan. El operativo de control que intentaba recientemente rescatar algunos ejemplares atrapados por una avería que dejó sin agua el Canal Imperial, tuvo que espantar a algunos curiosos que se interesaban especialmente por la situación de las conchas. Y es que en internet todo tiene un precio. Pero ojo, que la multa por expoliar uno de estos animales puede llegar a los 16.000 euros. Las especies protegidas son eso, protegidas.