Cinco jugadores con bastante peso en el Real Zaragoza han manifestado al director deportivo Antonio Prieto su malestar por la falta de sintonía con el entrenador José Aurelio Gay. No quiere decir que hayan pedido su destitución, pero da la impresión que ni la plantilla confía ya en que su presencia sirva como revulsivo para salir del tobogán en el que están metidos. Es tradición en el fútbol que cuando los puntos no llegan lo pague el entrenador. Desde luego no es el principal culpable, pero tampoco se percibe como el salvador. Empieza la cuenta atrás.