SOCIEDADCivismo y educaciónVicente Franco GilZaragozaTengo un perro que se llama Max, un amigo fiel que lo paseo todas las mañanas. Cuando hace sus necesidades, las recojo en una bolsa negra de las que facilita el Ayuntamiento en papeleras reservadas al uso. A Max le gusta olisquear las flores de los jardines que acaricia con su húmedo hocico sin romperlas, sentir la suavidad de la hierba bajo sus patas e importunar inocentemente a las palomas que se encuentra a su paso. Por ello, en ocasiones, me llaman incívico, irrespetuoso e incluso insolente, a pesar de que mi perro no bebe, no fuma, no se droga, no pinta gaffitis en las paredes ni rompe botellas de alcohol contra el suelo ya que no practica el botellón, ese que ennegrece y ensucia la ciudad a merced de borrachos engreídos cuya huérfana educación provoca desastres en ocasiones de difícil reparación. Max no entiende la actitud de estas personas que le afrentan al pasear cuando en las pasadas fiestas del Pilar, o cualquier noche de sábado, se observa que las calles y las esquinas huelen a orín humano, los jardines de madrugada están sembrados de botellas como si de una destilería casera se tratara. A pesar de ello el "civismo" de ciertos jóvenes centrado en la diversión aún a costa de destrozar lo público y lo ajeno es poco reprobado por la sociedad actual, mientras que mi amigo Max, por ser leal a sus instintos domesticados con el aval de su adiestramiento, es considerado un enemigo que deteriora el medio ambiente. En fin, juzguen ustedes mismos, de incomprensiones está llena la vida.SOCIALISMO¿Dónde está?Emilio Jesús Martín GuerreroZaragoza¿Dónde queda el socialismo-?, ¿dónde están, sobre todo, los pesos pesados, los que trabajaron creando los cimientos de ese pensamiento en Aragón-?, ¿cómo es posible que hayan sido desbordados por jóvenes recién llegados, con un currículo más simple que las reglas del Parchís, pero, eso sí, con padrinos bien afincados, y se hayan hecho con un poder omnipotente basado en la obediencia, sumisión y las alabanzas al Líder y sus adláteres-? Acaso esas bajas se debieron a que muchos se fueron desencantados creando algún partido paralelo --por aquello de establecer diferencias--, minoritario, dándole un estilo country por lo de la Tierra y la moda de los nacionalismos, convirtiéndose en el Hijo Pródigo que no regresará a la casa común, y cuyo hermano mayor, resentido y celoso, nunca perdonará al ver al benjamín seguir un camino que él abandonó. Otros desaparecieron con la exigente e innecesaria puesta en funcionamiento de unas altas, e injustas cuotas que --a saber quién paga, dónde pagan o cómo lo hacen--, se obligaron a abonar a todos los afiliados por igual como si los partidos, todos, no cobraran suficiente del gobierno. Muchos fueron huyendo sin esperar que la marcha hacia el centroderecha --al centro democrático aseguran los listos, al liberalismo dicen los osados, como si no existieran ya esas tendencias-- se corrigiera por la oposición de esas bases cada vez más reducidas y escandalizadas. Algunos no soportaron la evolución de los cambios de: "Ahora no" y poco después "Ahora, a lo mejor", y más tarde "Ahora sí"- que, de repetitivo, parecía no tener marcha atrás. Hay que acabar, con el padrinazgo político aunque se vayan ganando elecciones, además, si ya apenas se celebran bodas eclesiásticas no tiene sentido potenciar tanto bautismo.