Si finalmente no se repite el proceso de selección de la Capitalidad Cultural del 2016 (que es lo que debería hacerse porque San Sebastián parece que compitió con ventaja), se va a comprobar que no ha sido ningún acierto optar por la capital donostiarra. Ya no por su oferta, sino por sus temas colaterales. A lo largo de este fin de semana, el exdirigente de Batasuna Arnaldo Otegi y el exalcalde socialista Odón Elorza, se han cruzado escritos sobre el apoyo europeo a la causa aberzale. Desde que se conoció su designación, San Sebastián 2016 no es noticia cultural, sino polémica. Y tiene pinta de que esto no cambiará.