Será por las obras que han sitiado el centro de Zaragoza o porque la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, les ha pedido vigilancia en el gasto, el caso es que al mediodía de ayer el consejero de Obras Públicas, Rafael Fernández de Alarcón, se desplazó a comer andando. Con carpetas en la mano (sin cartera) y el móvil en la oreja, se le vio caminar en solitario (con su escolta) por el paseo Independencia. Claro que no era día para ir en coche y menos por ahí.