La gravedad de Júpiter sobre Marte no solo conseguirá acercar más que nunca en la historia de la humanidad ese gran planeta rojo al nuestro. Ese fenómeno, que no había sucedido en 5.000 años y no lo hará hasta dentro de 60.000, está convulsionando en diferentes niveles el devenir de la Tierra, y ocasionando, bancarrotas varias que anuncian el final de un ciclo. La NASA abandona el programa de transbordadores, y pone fin, después de 30 años, a la conquista del espacio, lo deja en manos de empresas privadas. No cash, no mission. La UE y sus líderes, al borde de un ataque de nervios, tratando de consensuar medidas para la moneda única. El pobre Camps, con solo 4.000 euros en sus cuentas, a punto de la bancarrota e "inocente, completamente inocente" de las barbaridades que se han dicho de él, abandona la presidencia de la Generalitat para que "Rajoy gane las elecciones y el PP gobierne España". Y mientras, en Zaragoza, el mago Belloch haciendo de las suyas, con su "agenda oculta", aprobando medidas de ajuste para reducir el gasto en 20 millones, para Suárez (PP), una evidente señal de "bancarrota". Habrá que redefinir el concepto bancarrota, pues si reducir el gasto en escoltas o en un 50% los vehículos municipales es un síntoma de tal situación, tenemos un problema. Ojalá que la mejora de las comarcas tan anunciada por el nuevo gobierno PP-PAR esté en línea de asumir una política de "austeridad" tan "ejemplarizante", como la tildaban Alonso (IU) y Martín (CHA), que diga para siempre adiós a los gastos innecesarios.

Periodista y profesora de universidad