Además de las percepciones y de la escandalera política, la crisis se constata con datos. Y cada semana se conoce alguno nuevo. En su último informe, Cáritas ha detectado que las familias que ocupan pisos vacíos se han multiplicado por siete en solo dos años. Pero la crisis no solo es cosa de pobres de solemnidad, y afecta cada vez más a clases medias. Se demuestra con el número creciente de solicitudes de becas para estudiar en la universidad: en el campus zaragozano han aumentado un tercio las peticiones porque el umbral de ingresos de las familias ha bajado. Estos brotes no es que sean muy verdes.