Aragón TV descubrió casi por azar, el gran tirón de la jota aragonesa. Es curioso cómo a menudo los grandes descubrimientos no son producto del análisis. Aragón TV produjo un espacio para nuevos talentos, que llamó Dándolo todo, bajo la presentación del locutor David Marqueta. Como el programa no acababa de tirar, introdujeron la jota como elemento tradicional, con el fin de enganchar a un público fiel y amante del folclore.

Y oye, el experimento funcionó. Tanto que Dándolo todo jota, se ha convertido en una referencia de la tele. Por su escenario han pasado todos los que son y han sido en nuestro folclore patrio. El evento está muy cuidado, logrando ajustar elementos que a veces juegan en campos opuestos: espectáculo con cierta naturalidad.

Ahora llegan más lejos y pasean el fenómeno por algunas plazas aragonesas, como la Alsina de Huesca. Grandes voces, personajes entrañables, futuras promesas, se muestran ante el espectador con toda la intensidad y emoción que ponen cuando cantan nuestro folclore.

Una leve crítica: ¿no es posible evitar entre el repertorio abundante de jotas, esas que no aportan nada, o en todo caso, solo un sentimentalismo rancio? Las alusiones a la raza, la patria, la nobleza, en definitiva, han sido los elementos expúreos y tópicos, que han alejado precisamente a tanta gente joven de este emocionante canto. ¿Por qué no intervienen los productores y aconsejan a los intérpretes otras piezas? Existen bellísimas letras que hablan de nosotros, sin necesidad de apelar a lo más rancio.