El nuevo Gobierno de Luisa Fernanda Rudi toma sus primeras decisiones y saca los colores al anterior Ejecutivo al insinuar que 80 cargos de confianza cobraban del dinero público sin hacer casi nada útil, y el PSOE aragonés ni se inmuta. La líder del grupo parlamentario, Eva Almunia, y el portavoz, Javier Sada, siguen reorganizando, reestructurando e intentando situarse en su nuevo destino. Pero dan una imagen de oposición apática un tanto inapropiada de cara a los muchos electores que les confiaron su voto. No deben dormirse en los laureles.