Aquí, bien lo veo, no estamos para bromas. Cada día, un sobresalto. El Gobierno central, por ejemplo, quiere que las comunidades le aforen cuanto le deben (Aragón, setecientos kilates). Y luego, en plan doméstico, tenemos el nuevo lío con Ryanair, que amenaza con dejarnos colgado el aeropuerto de Zaragoza si no le untan DGA y ayuntamiento con las subvenciones habituales. Qué ansia y qué mal rollo a cuatro días de empezar agosto, de verdad.

Bueno, lo de devolverle el parné a la Administración central ha puesto de los nervios al PP, que ya domina buena parte de las autonomías y no quiere quedarse tieso. Comprensible. Ahora bien, yo tengo una solución mejor que aplazar el desembolso. Consistiría en pagar no con dinero sino con solares, como a su vez hizo Madrid cuando nos remató las mermas tributarias con terrenos e inmuebles de la Expo. Pues ahora recalificamos un buen pedazo de acampo, lo valoramos a ojo de buen cubero y se lo encalomamos al Ministerio de Economía y Hacienda. Más fácil (y apañao) no puede ser.

En cuanto a Ryanair, eso lo veo más crudo. El fichaje de la compañía de low cost fue muy bonito (su actividad, hemos de reconocerlo, también genera beneficios indirectos) y se vendió en grandes titulares. Pero con esto pasa como con todos mis negocios público-privados favoritos (ya saben: Aramón, Motorland, Caudé, etcétera), que para mantenerlos rodando hay que engrasarlos con dinero, mucho dinero. Mientras íbamos como motos (pero motos de GP) molaba mucho eso de inventarse maravillas por tierra, agua (pantanos, bombeos o ebrotaxis) y aire; sin embargo, cuando el ajuste aprieta, el sueño se desvanece, los titulares se esfuman y la autoestima sufre.

Los dos expertos en economía del Gobierno de Aragón habrán de hacer malabares. Bono y Garcés (¿tanto montan, montan tanto?) tienen que cambiarlo todo para que no solo no cambie nada sino que sigan a flote los inventos más cucos de la era PSOE-PAR. De momento han hecho un gran fichaje: han confirmada en su puesto de directora general a Gema Gareta, responsable de Presupuestos con Larraz durante los últimos años. Curioso, ¿no?