La orden dada por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) a Scouts de Aragón para que desalojaran en cuatro días la acampada que medio millar de scouts de toda Europa realizaban en Griébal (Huesca) es todo un ejemplo de improvisación y zafiedad administrativa.

La CHE cedió en uso a Scouts de Aragón el pueblo de Griébal y 700 hectáreas de su entorno el 5 de abril de 1990, hace pues 21 años. Griébal, como otros muchos pueblos del Sobrarbe, había sido expropiado por la confederación en los años 60 del pasado siglo para construir el embalse de Mediano.

Sus tierras agrícolas fueron replantadas entonces con pinos para evitar la erosión y retrasar la colmatación del vaso del embalse. Veinte años después se planteó la posibilidad de recuperar algunos de esos núcleos y se cedieron Morillo de Tou a CCOO en 1985, Ligüerre de Cinca a UGT en 1986 (ambos se han convertido en importantes núcleos turísticos) y Griébal a Scouts de Aragón cinco años después.

Durante este tiempo, los scouts, con pocos medios pero con mucha ilusión y trabajo voluntario, han ido reconstruyendo los viejos edificios de Griébal que se podían recuperar, y limpiando los alrededores hasta convertirlo en un núcleo habitable en el que los chicos y chicas de esta organización juvenil, la mayor de Aragón, desarrollan sus actividades formativas, de naturaleza y deportivas. A ellas se han ido sumando en número creciente scouts de otras regiones y de otros países. La mitad de los que ahora se ven obligados a abandonar el pueblo son extranjeros.

LA CHE ALEGA que existe un alto riesgo de incendio forestal y, por tanto, no se puede acampar en Griébal. Es cierto que los montes repoblados con resinosas son muy combustibles y que esa zona no dispone de agua en gran cantidad, pero eso ya era así cuando cedió el pueblo en uso. Y precisamente porque se ha vuelto a habitar, el monte está ahora en mucho mejores condiciones que hace 21 años.

No basta con que el organismo de cuenca intente eximirse de responsabilidades por un hipotético siniestro con un simple acto administrativo, como el de ordenar la evacuación. Estaba obligado antes a prevenir el riesgo de incendio en esos montes mediante su limpieza o la construcción de balsas, por ejemplo, sabiendo además que los scouts iban a colaborar activamente en esa labor, como han venido haciendo desde que se establecieron allí.

El escultismo, y se lo dice alguien que fue scout hace medio siglo, es una excelente escuela de civismo. Por eso han obedecido la orden de desalojo sin grandes alharacas. Griébal es un sueño convertido en realidad. Por eso vienen aquí scouts de toda Europa desde hace tiempo. No renunciemos a esa escuela ni rompamos ese sueño, por favor.

Periodista