Igual que ha ocurrido en el conjunto del país, en Aragón las cifras de desempleados han dado un leve alivio al registrarse un pequeño descenso que bienvenido sea. Claro que de ahí a hablar de cambio de tendencia todavía es muy pronto y más cuando la publicación de estos datos coincide con el cierre de la planta textil de Interarce en Albalate de Cinca (69 trabajadores despedidos) o con un nuevo ERE de 59 extinciones en Muebles Grabal, en Zaragoza. Los empresarios, en Aragón, siguen muy agobiados y aún hace falta insuflar mucha confianza (y ayudas y demás) para dar la vuelta a la tortilla.