La reforma laboral ya se nota en el paro

El Gobierno no para de sacar pecho con el anuncio de nuevos brotes verdes, aunque no utilice la misma terminología del zapaterismo cuando se produjo aquel atisbo de recuperación previo al segundo traspiés, el del 2011. Por eso, el jueves pasado no pudo contenerse y filtró los datos del paro registrado a una agencia de noticias rompiendo una norma de respeto no solo a los medios de comunicación, sino a las administraciones públicas que no son la central. Y es verdad que en los datos del último mes del 2013 y del conjunto del ejercicio hay motivos para el optimismo, aunque menor que el que muestra el Ejecutivo. La cifra de parados inscritos en las listas del antiguo Inem ha descendido en 147.385 personas (3,%) en toda España y en 2.425 en Aragón. No obstante, hay muchas razones que pueden explicar el descenso, no solo que los antiguos parados hayan encontrado trabajo. La salida del país, la no renovación de la inscripción por aburrimiento, desconfianza o porque ya no les corresponde ninguna prestación son algunas de las causas adicionales que pueden provocar la reducción de la cifra global. Los 4,7 millones de parados registrados, frente a los 3,1 millones del 2008 o los 2,1 del 2001 dimensionan perfectamente el tamaño del problema.

La pérdida de 85.041 afiliados a la Seguridad Social en todo el 2013 es un dato malo porque evidencia que la destrucción de empleo no cesa y que el número de cotizantes tampoco deja de bajar si bien lo hace a un ritmo más bajo que estos últimos años.

BAJA LA COBERTURA

En paraleo a esas cifras, ayer se supo que en los casi 14,8 millones de contratos firmados a lo largo del año (3,9% más) casi un 30% fueron temporales a tiempo parcial. Es el mejor indicador de la precarización de un mercado laboral que muestra algunas mejorías, pero en el que la temporalidad y la inseguridad van en aumento. En diciembre, el mejor mes del año para el empleo, solo el 6,5% de los contratos fueron indefinidos. También supimos que la tasa de parados con cobertura de desempleo sigue bajando: el 61,43% frente al 64,29% de un año antes. Como consecuencia, el gasto público por ese concepto también se reduce, nada menos que un 12,5%. En definitiva, empezamos a conocer los efectos de la reforma laboral del Gobierno del Partido Popular en el mercado de trabajo y en el desempleo.