Síguenos en redes sociales:

EL EXPATRIADO

Rubén Cristóbal

Ya eres candidato, ¿y ahora qué?

Si estás leyendo este artículo posiblemente hayas caído por primera vez en una candidatura municipal (a la alcaldía o a una concejalía) y te has puesto a buscar información por internet sobre este reto. O quizá ya seas concejal, pero te sientes como un niño con zapatos nuevos ante los próximos comicios. Aunque lo más probable, simplemente, es que estuvieras leyendo el periódico y te haya picado la curiosidad (la misma que mató al gato, así que cuida). Salvo en este último caso, seguramente ya habrás pasado por las fases que suelen preceder a esa confirmación: la visita de los coordinadores de uno o varios partidos, las críticas a los candidatos rivales, los halagos a tu superioridad moral e intelectual y las promesas personales, vecinales o de ambas clases (eso ya depende). Unas palabras que, en boca de algún dirigente orgánico y en el fragor de una comida, casi nunca fallan. Y puede, a estas alturas, que hasta te hayas presentado ya ante tus vecinos o que incluso, pasada esa vorágine, te hayas empezado a preguntar a ti mismo dónde te has metido. En ese caso no te preocupes por la falta de respuestas, porque esa misma cuestión se va a repetir cada vez que tengas que saludar con una sonrisa postiza a tus vecinos a diestra y siniestra o cuando llames a sus puertas con una papeleta en la mano pidiendo el voto. Y así hasta que el 24 de mayo regreses a casa con la mirada en el suelo o te toque levantarla, en caso contrario, para buscar acuerdos sobre cualquier tema, firmar un papel detrás de otro (alguno incluso sin leerlo o sin estar de acuerdo) y atender, aunque sea de madrugada, cualquier contratiempo vecinal. Ese era tu objetivo, ¿no? Enhorabuena o en buena hora.

Pulsa para ver más contenido para ti