La Dirección General de Tráfico ha decidido hacer pública la situación de nuevos radares móviles que se están reubicando especialmente en carreteras secundarias, aunque la elección del lugar viene provocada por su especial peligrosidad. En las vías aragonesas se anuncian un total de 139 radares. El conocimiento de su ubicación favorece la percepción de acentuar el cuidado en la conducción y no el afán recaudador que podría interpretarse de ser situados de forma sorpresiva. En el fondo, una campaña para ampliar la precaución en las carreteras.