De ferias y libros

Hoy, a las 13 horas y en el Paraninfo de la Universidad, el escritor aragonés Javier Sierra inaugura y lee el pregón de la Feria del Libro de Zaragoza. En la de Huesca, ambas coinciden en fechas, el pregonero es el también escritor aragonés Luis Zueco. Hace unos días Teruel organizaba su propia feria tras década y media sin hacerlo. Jaca, Calatayud, Monzón, Ejea, Tarazona y otras ciudades y localidades de Aragón también tienen sus propias ferias del libro. En su pregón, magnífico y reivindicativo, Javier Sierra exalta de manera brillante el valor de los libros, y denuncia la pasividad de las autoridades ante el saqueo que se está perpetrando a la propiedad intelectual, con 390 millones (sí, han leído bien, ¡trescientos noventa millones!) de descargas ilegales de obras literarias en España sólo en un año. Javier Sierra, uno de los escritores más leídos y apreciados, cuyas obras se traducen a 40 idiomas y único español que ha entrado en el último siglo en la lista de los 10 libros más vendidos en Estados Unidos, añade en su pregón que semejante saqueo convierte a este país en el que menos se protege la propiedad intelectual de la OCDE. Es verdad que el disfrute y acceso a la cultura debería ser un derecho universal, pero eso no implica que se vulnere la ley ante la pasividad, cuando no condescendencia (¿es esto prevaricación?) del poder político. Además, el acceso a los libros ya es gratis en España. Por si alguien de los que se descargan libros (o películas) de manera delictiva todavía no se ha enterado, existe una magnífica red de bibliotecas públicas donde pueden leerse libros, e incluso llevárselos a casa. Úsenlas. No cuesta nada. Para quien pueda y quiera comprar un libro, en estos días Zaragoza, Huesca y Calatayud celebran sus ferias. En mi opinión, una feria del libro debe ser una fiesta de la cultura, y no tanto un espacio para fomentar la lectura, que para eso están todos los días del año. Creo que el modelo de feria del libro de Zaragoza necesita un cambio profundo. Porque no es normal, ni se justifica de ninguna manera, que sólo media docena de librerías de Zaragoza (el 15%) salga con una caseta a la feria de la plaza de Aragón. Las librerías son un eslabón fundamental en la cadena de transmisión de conocimiento y de ocio que significan los libros, y por eso deberían estar en la feria, las primeras.

Pero entre tanto esto cambia y la situación mejora, paseen estos días por las ferias, ojeen los libros, hablen con los autores y vivan la cultura. Me lo agradecerán. Escritor e historiador