Estos días pasados se ha hecho público la sentencia del Tribunal Supremo rectificando la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Aragón sobre la valoración de los terrenos que se tuvieron que expropiar para el Plan de Riberas en las obras de acompañamiento de la Expo del 2008. Para muchos ciudadanos tal sentencia basada en el carácter privado de estos terrenos y con elevados derechos de edificabilidad, les lleva a pensar que los tribunales que han ejercido jurisprudencia sobre este tema, no se les ha aportado todos los datos necesarios para una correcta aplicación de la justicia y que en su momento ignoraban.

Algunos colectivos ambientalistas siempre han considerado que el logro mayor de las obras del 2008, muchas de ellas desmesuradas y sin una utilización actual, fue la realización de este Plan de Riberas que permiten que muchos zaragozanos diariamente puedan convivir con el río en paseos de varios kilómetros por ambas orillas.

Recordemos que en la orilla izquierda entre el puente de la Almozara y el de Santiago, la ocupación de los terrenos por parte del Club Natación Helios hacía imposible tales desplazamientos. Y en la orilla derecha en los suelos colindantes con la Sociedad de Tiro Pichón y el centro deportivo El Soto con pequeños caudales de 600 a 800 m3, mucho menos que una avenida ordinaria, la ocupación de la orilla inundable hacía imposible el paseo ribereño, a no ser que se hiciera nadando. Para nosotros son terrenos claramente inundables

La necesidad de adquirir esos terrenos públicos en las obras de acompañamiento de la Expo y cumplir con los plazos, llevó a los responsables políticos a pagar de forma precipitada por unos suelos que son dominio público hidráulico. En su día ya se pagó 2,3 millones de euros, pero ahora a la ciudad nos piden 7,3 millones más. En épocas de necesidades y para unos centros deportivos claramente elitistas, el actual ayuntamiento se resiste a dar el tema por finiquitado. Y nosotros lo apoyamos

La Asociación de Vecinos de La Almozara afortunadamente ha aportado un documento que pensamos es muy esclarecedor. La Comisaría de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Ebro en el año 1976 permite a la Sociedad del Tiro Pichón a realizar un vertido de escombros en la hectárea de terreno, el mismo que ahora a la ciudad le supone 9,3 millones de euros. Pero la confederación textualmente señala "queda prohibida la construcción de edificaciones pudiendo únicamente destinarse para viales y jardines y en todo caso mantendrán su carácter de dominio público". Esta obra que se hace para defender las instalaciones de posibles inundaciones le costó en su día a los particulares unas tasas de 7.000 ptas.

PERO NO EXISTE este documento. En un trabajo sobre los sotos de Zaragoza que desde hace año y medio está colgado de manera oficial en la página web del ayuntamiento se puede visualizar la cartografía del espacio al que hacemos referencia en base a los vuelos históricos de 1927 y 1956 de la confederación. Pues bien en ellos se reflejan como el cauce de río cubre totalmente o parcialmente los terrenos en cuestión.

Pero hay más. Dionisio Casañal, el primer topógrafo oficial que tuvo la ciudad, cartografió la ciudad y gran parte del término municipal en el 1892 con una gran rigurosidad e igualmente se destaca que estos terrenos estaban cubiertos por las aguas. Imposible pues que tales suelos pertenecientes al dominio público del río, hayan podido a lo largo del siglo XX considerarse particulares.

Si ello se ha hecho así, ha sido vulnerando las leyes del agua y los reglamentos de dominio público hidráulico a lo largo de ese siglo

Por ello la revisión del dictamen del Tribunal Supremo es de toda justicia para poder preservar los derechos de la ciudadanía de Zaragoza. Y la defensa de esos derechos es lo que muchos esperamos y deseamos.

Miembro de ANSAR