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Los derechos históricos y el futuro de Aragón en tiempos de pandemia

El Día de Aragón es el momento adecuado para conmemorar lo que fuimos, celebrar lo que somos y también de ilusionarnos con lo queremos llegar a ser. Este año las circunstancias excepcionales van a impedir que sea una jornada para disfrutar en las calles o de reivindicación en las plazas. Y, sin embargo, las consecuencias de la pandemia del covid-19 están demostrando que ahora es más necesario que nunca un poder aragonés, con capacidad política y financiera, para afrontar los retos del futuro.

Solo desde aquí vamos a ser capaces de dar una respuesta más adecuada, rápida y eficaz a la situación a la que nos enfrentamos para abordar el triple reto, sanitario, económico y social, al que tenemos y debemos seguir haciendo frente.

Hemos visto cómo las decisiones tomadas, hasta ahora, desde los “alejados despachos de Madrid”, no responden adecuadamente a nuestra idiosincrasia, a nuestras peculiaridades territoriales y demográficas. Es preciso recomponer “nuestro paisaje y hogar” con un acuerdo desde aquí, refrendado por los que vivimos y trabajamos en Aragón. Por este motivo consideramos positiva esa primera reunión del pasado viernes, 17 de abril de 2020, en la que todos los partidos con representación en el arco parlamentario aragonés hemos sido capaces de sentarnos, en una misma mesa, para tratar de llegar a acuerdos. Hasta en las formas nuestra cultura política, la aragonesa, es distinta.

Nuevo modelo

Tenemos instrumentos políticos para levantar de nuevo nuestro tejido industrial, basado en el personal autónomo y las pymes, hay capacidad suficiente para recomponer una política social capaz de “evitar que nadie se quede atrás” en estos momentos y tenemos la convicción de impulsar en Aragón un nuevo modelo de consumo y producción, bajo los principios de la soberanía alimentaría y de la economía circular.

Poseemos para lograrlo normas aprobadas en las propias Cortes de Aragón, preceptos donde basar el necesario soporte presupuestario destinado a impulsar todas estas medidas. Un ejemplo el artículo 6.3 de la “Ley de Actualización de los Derechos Históricos de Aragón”, todavía vigente, a pesar de los recientes “destrozos” provocados por la sentencia del Tribunal Constitucional contra este mandato emanado de la Cámara que representa la voluntad nacional aragonesa:

“Las instituciones aragonesas garantizarán de forma efectiva el cumplimiento de los derechos sociales que no gozan de una protección legal eficaz, especialmente el derecho al trabajo de calidad, el derecho a una vivienda digna, el derecho a la vida, a la integridad física y psicológica, y el derecho a unos servicios sociales de calidad. A estos efectos, los citados derechos serán auténticos derechos subjetivos para todos los ciudadanos empadronados en Aragón cuya efectividad podrá ser reclamada de manera directa a la Administración aragonesa en las materias de su competencia. Del mismo modo, los presupuestos de la Comunidad Autónoma de Aragón no podrán en ningún caso reducir los créditos que se hubieran dispuesto para políticas sociales en el ejercicio anterior”.

Este apartado supone en la práctica “blindar” los derechos sociales, desde el punto de vista de la financiación, con el objetivo de evitar que esta vez la crisis económica la tengamos que pagar “los de siempre”. Es el momento del “rescate social”, no de volver a los “tiempos de los recortes”.

Aprovechemos entonces esta posibilidad legal y recordemos, en este día precisamente, nuestros Derechos porque nacen de la historia de Aragón, de nuestra voluntad política de querer ser a lo largo de los siglos, pero que pretenden, con una vocación manifiesta y decidida, dar respuesta también a las necesidades del futuro, justo en unos tiempos tan convulsos como los actuales.

Necesitamos hacer real, como colectivo, el deseo individual del poeta clásico Píndaro: “Llega a ser quien eres” y que ahora deberíamos retomar como pueblo, Aragón.

Estamos ante una situación no prevista pero cuyas consecuencias sí van a marcar un hito, un antes y un después, en nuestra trayectoria personal y como país.

El futuro , el nuestro y el de las generaciones posteriores, requiere, como decía nuestro añorado Chesús Bernal, fundador de CHA, : “Comenzar por apostar fuerte por Aragón y por lo aragonés, es necesario "creerse" Aragón y defender un proyecto social y político de otro Aragón, de un Aragón nuevo. Aragón necesita un discurso ilusionante, global, de futuro, que le rearticule moralmente”.

*Presidente de Chunta Aragonesista (CHA) y Portavoz de CHA Cortes

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