Tienen razón los taxistas de Zaragoza cuando se quejan de que están en un limbo en cuando a las ayudas que ha concedido el Gobierno central vía decreto. Bantierra e Ibercaja les están rechazando todas las moratorias a los créditos hipotecarios que poseen porque literalmente no entran en ningún supuesto de los que contempla el decreto ley. La actuación bancaria es correcta pero requeriría de que el Ejecutivo aclarara los matices de su normativa como ha hecho sucesivamente en numerosas de las directrices que ha aprobado durante los estados de alarma que vivimos desde marzo. El local del negocio de los taxistas es el coche por lo tanto debería ser tratado igual que cualquier otro comercio. El sector del taxi, que viene de vivir unos meses de cambios e incertidumbre, es vital para el desarrollo de ciudades como Zaragoza y donde no llegue el Ejecutivo central debería estar el consistorio de la ciudad.