Un año en coalición

Se cumple un año de la toma de posesión del Gobierno de Pedro Sánchez . entre el PSOE y Unidas Podemos (UP), el primer Ejecutivo de coalición de la democracia. Ahora hace un año, se desconocía la magnitud de la pandemia del covid-19, un virus que cambió todas las prioridades y ha condicionado la actuación gubernamental. En este año de la pandemia, el Ejecutivo ha tenido aciertos y errores, y se ha enfrentado a una situación inédita en la cultura política española reciente, la de ser un Gobierno de coalición, lo que se ha traducido en la aparición a la luz pública de discrepancias impensables en un Gabinete monocolor. Las divergencias, sin embargo, no han puesto en peligro la estabilidad gubernamental.

El mayor acierto del Gobierno ha sido, sin duda, erigir un escudo social para hacer frente a la triple crisis desencadenada por la pandemia. El enfoque ha sido diametralmente opuesto al que se produjo en la crisis económica y social anterior, la que se inició en 2008, cuando primaron la austeridad, el pago de la deuda y los recortes sociales. Ahora, en cambio, la UE y los países miembros han optado por la protección social y por una política expansiva basada en el endeudamiento para paliar los estragos de la crisis. Ejemplos de esta política en España han sido los ertes, para evitar una mayor destrucción de empleo de la que se ha producido, o las ayudas públicas a los sectores sociales más castigados.

El Gobierno ha ampliado en algunos temas las alianzas que llevaron a la investidura de Sánchez, atrayendo a Ciudadanos, pero no ha conseguido vencer la resistencia del PP, que ha optado por una oposición irreductible, de la que son buen ejemplo el bloqueo para la renovación de los órganos constitucionales, especialmente el Consejo General del Poder Judicial, y el rechazo a la prolongación del estado de alarma. Los pactos imposibles con el PP se han compensado, por el contrario, con los acuerdos en el diálogo social, con una actitud constructiva de la patronal y los sindicatos.

En el debe del Gobierno hay que anotar la gestión de la pandemia, un reto mayúsculo en todo el mundo. Aunque otros países europeos han sufrido dificultades similares a la hora de enfrentarse a un virus desconocido, España registra unas cifras de contagios y fallecidos peores que otros países de nuestro entorno. Las ayudas, en ocasiones, se han quedado cortas y de ahí las quejas justificadas de los sectores afectados. La pandemia se ha abordado con improvisaciones, contradicciones, rectificaciones y retrasos en hacer frente a los problemas, errores de los que es necesario aprender para combatir mejor al covid-19 y afrontar una crisis sanitaria que no ha sido ni mucho menos superada.