Un espía español

El último escándalo de espionaje lleva, ¡cómo no!, firma israelí. Una empresa privada fundada por un antiguo espía del Mossad, Shalev Hulio, es responsable de haber jaqueado el móvil de más de cincuenta mil personalidades en todo el mundo. Su 'software' pirata funciona mediante una videollamada. De ser atendida, franquea la instalación del mecanismo intruso y accede a las comunicaciones del usuario en todas las redes. Hulio la había concebido como un arma para luchar contra el terrorismo y los narcos, pero, a partir de la detención de Chapo Guzmán gracias a este sistema, comprendieron sus posibilidades comerciales y la ofrecieron a precios astronómicos a Marruecos, Emiratos Árabes, Hungría… Países que le han dado un uso perverso, espiando a sus ciudadanos o a sus rivales políticos o financieros. Así, Jeff Bezos vio impotente cómo sus mensajes a su amante llegaban a la prensa sin saber quién los filtraba…

Tan irregular y sofisticado método de espionaje viene a sumarse a otros más cruentos destinados a la eliminación de adversarios mediante inoculación de venenos, lo que está vinculando la contrainteligencia a la comisión de toda clase de delitos, incluido el asesinato selectivo.

Los amantes del género de espías, una variante de la novela negra, echamos en falta, por decoro y nostalgia, el espionaje clásico. Cuyas prácticas y filosofía se nos describen con intensidad y detalle en 'El Muro', la nueva novela de Jaime Rocha, un exagente de inteligencia español con amplio currículum en el Magreb, Europa Central y países americanos.

'El Muro', que se lee sin respiro, nos regala una galería de espías reales, comprometidos con los intereses españoles y preparados para defender nuestras fronteras y territorios de posibles conspiraciones o atentados. Una novela escrita con la autoridad que da la experiencia y el encanto de un género de acción muy popular.

'El Muro', es la segunda novela de Jaime Rocha. Ya la primera, 'Operación el Dorado Canyon', hizo disfrutar a miles de lectores. Por su estilo rápido y vibrante, y sobre todo, por la autenticidad de sus situaciones y la integridad y humanidad de esos agentes secretos que se juegan la vida en la sombra a cambio de una información, un mapa, un nombre...