SEMANA SANTA DE ZARAGOZA I El apunte

Terceroles, capirotes y capuchas

Terceroles y capirotes de la Semana Santa de Zaragoza

Terceroles y capirotes de la Semana Santa de Zaragoza / JORGE SESÉ

Javier Velázquez López

Javier Velázquez López

Los cofrades se cubren el rostro porque están realizando una penitencia anónima, la forma de cubrirse de origen más zaragozano es el tercerol, que usaban los portadores de los pasos en el Santo Entierro, siendo estos los terceros en orden dentro de la Sangre de Cristo, de ahí pudo derivar su denominación. También puede provenir de la Venerable Orden Tercera Franciscana cuyos miembros usaban capuchas y que actualmente ha adoptado la Crucifixión.

También veremos capirotes, cuyo origen proviene de los actos de la Inquisición donde se colocaba un sambenito al condenado como penitencia, que era una tela con un cucurucho, por transposición fue adoptada por las cofradías. Los capirotes cuentan con diferentes larguras dependiendo del origen del modelo elegido.

En algunas cofradías se usan las dos prendas de cabeza, son las que, teniendo el capirote como prenda de cabeza principal, algunos de sus cofrades sustituyen este por el tercerol, por resultar más cómodo para determinados cometidos. Los niños, van con la cabeza descubierta, pero llevarán en muchos casos el tradicional Bonete.

Los miembros de la Sangre de Cristo van descubiertos desde 1697, por orden del Arzobispo, por los excesos cometidos en esa época por los penitentes que iban tapados.

En origen los primeros hábitos de las Cofradías eran de lana y paulatinamente se fueron sustituyendo por otros materiales más prácticos y económicos, generalizados actualmente, aunque la Piedad mantiene su hábito de lana original.

Los más antiguos que podemos ver en las calles, corresponden a las cofradías con más solera, como: La Sangre de Cristo, tanto sus hermanos receptores, como los miembros de la Sección de la Cama, ambos con habito de mediados del XIX. El resto serán diseñados a partir de las fundaciones desde la Guerra Civil, algunas cofradías adoptaron diseños de origen más tradicional y otras eligieron diseños de otras zonas geográficas, incluyendo elementos no vistos antes como la capa o cinturones de esparto.

Otro elemento del hábito son los cíngulos, cordones para sujetar la túnica, estos tendrán en algún caso algún elemento característico como el número nudos dependiendo de lo que se quiera simbolizar, también la mayoría de las congregaciones incorporaran a su hábito la medalla distintiva de la cofradía y en algunos casos todavía perduran pequeñas diferencias entre los hábitos según el sexo de quien lo porta, reminiscencia de los primeros años de incorporación de la mujer a la celebración.

Los colores predominantes son el negro, símbolo de luto y el blanco símbolo de pureza, también el marrón en asociación con órdenes religiosas y el morado como símbolo de la pasión. Otros colores son una gama amplia de azules, color de advocación mariana, verde por advocación de San Juan Evangelista, rojo por identificación con la sangre derramada, o amarillo por simbología con la Eucaristía. Muchas Cofradías eligieron algunos de sus colores más por vinculación estética o copias de algunos de los hábitos de otras latitudes.