TERCERA PÁGINA

Los ritmos étnicos en las calles de Jaca

Desde 1963 la capital de la Jacetania celebra los años impares el Festival Folklórico de los Pirineos

Fran Lucas Herrero

Fran Lucas Herrero

Parece que fue ayer, pero son ya sesenta años, porque desde el año 1963 Jaca celebra el Festival Folklórico de los Pirineos, esa cita que congrega a los grupos folklóricos de países de todos los continentes. Aunque desde su origen hasta hace algunos años atrás, la celebración se alternaba entre Jaca y la ciudad de Oloron Sainte-Marie, en el Béarn francés, pero actualmente solo se celebra en Jaca todos los años impares, como se ha hecho de costumbre desde su inicio, ya que tras casi cuatro décadas de alterna organización del Festival, desde 2009 Oloron declinó celebrar el evento el año que le tocaba, por lo que solo Jaca asume en solitario la organización del Festival, y mantiene su carácter bienal a la espera de que algún día Oloron, al otro lado de los Pirineos, recupere su cita en los años pares.

El Festival Folklórico de los Pirineos de Jaca es todo un clásico en lo referente a este tipo de muestra, ya que durante unos días llegan a Jaca grupos folklóricos venidos de todos los rincones del planeta, contabilizándose a día de hoy que han pasado por Jaca grupos étnicos de más de 150 países diferentes, lo que muestra claramente en lo que se convierte una ciudad como Jaca, en todo un vendaval de colores que llena escenarios, calles y rincones de la ciudad con diversas y variadas actividades durante el transcurso del evento.

Este festival, si destaca por algo, es por tres cosas. Primero por su emplazamiento, ya que Jaca tiene esa ganada premisa de bella ciudad en un enclave ideal, pero que por supuesto requiere la implicación de toda la ciudad y los esfuerzos voluntarios de cientos de personas en un derroche de ilusión y energía. Segundo por su ambiente callejero, ya que a diferencia de otros festivales donde los grupos solo ofrecen su arte sobre el escenario, aquí los grupos participantes recorren con alegría y entusiasmo, ante las miles de personas que se agolpan para disfrutar las distintas muestras culturales, los diversos pasacalles de la ciudad con una festiva sucesión de culturas y color, que durante las seis décadas de permanencia del festival ha mostrado cultura, danzas y música de muchísimos países del mundo, logrando de esta manera Jaca popularizarse y ser un referente a nivel mundial. Y tercero porque nunca sabes qué te vas a encontrar, nunca sabes qué música va a sonar, qué baile interpretaran ante tus ojos y qué trajes folklóricos desconocías y vas a poder conocer de un país. Y a esas tres importantes razones, sumaríamos también la multiculturalidad, la importante implicación del público, la gran labor de los voluntarios sin los cuales el Festival no existiría y el poder mostrar culturas diferentes de los cinco continentes. A lo que se suman también –por si parecía poco todo lo ya expuesto– las muestras gastronómicas de muchos de los países participantes. Música, danzas, anécdotas y muchas otras historias envuelven al Festival de Jaca.

He estado cinco veces durante la celebración del festival, tres de ellas antes de este nuevo milenio, y puedo decir que antiguamente, en aquellos años, quizás el mismo parecía a nuestros ojos mas innovador y sorprendente, porque recuerdo que muchos me decían que contemplar aquel ambiente era como una forma de conocer mundo sin tener que viajar fuera, y quizás así ganó popularidad el evento, como una de las grandes muestras de la cultura global. Aunque eso sí, el mundo ha cambiado mucho desde entonces, y lo que nos queda todavía.

Pero eso sí, en las cinco ocasiones he disfrutado, lo aseguro, tanto del espectáculo como por lo demás, es decir, de la ciudad y su ambiente, donde no faltan la buena comida y unas frescas cervezas en buena compañía. ¿Recomendarte que te acerques a Jaca y disfrutes de este nuevo festival Folklórico de los Pirineos 2023? Por supuesto, claro que sí, disfrutarás y no lo olvidarás, porque el festival jaqués jugó, juega y seguirá jugando un importante papel en la promoción de la ciudad en el exterior, hecho que se puede ver en cada edición con la presencia de visitantes procedentes de todos los rincones del país y del extranjero. La mezcla de razas, culturas y religiones en un espacio tan formidable como el Pirineo convirtió desde el principio al de Jaca en uno de los festivales folclóricos más importantes y populares del mundo. La música y las danzas de la calle se combinan con los espectáculos en los escenarios estáticos, las exposiciones y las muestras de gastronomía, todo ello en un universo de libertad y hermandad, donde como en un gran escenario todas las culturas se muestran libremente, sin tapujos y sin ningún ánimo de competitividad que pudiera enturbiar el evento.

Y es que oye, que este Festival de Jaca tiene hasta una canción o himno oficial, aquella que dice eso de «...yo también iré a Jaca, al Festival. Yo también iré a Jaca, poniendo el alma entera en mi danzar. Cantemos siempre unidos en apretado haz, consigamos para el mundo hermandad, amor y paz...».

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