Cumplirá 44 años el 1 de noviembre y llevaba desde el 2006 sin estar en Zaragoza, cuando dejó el club que más le ha marcado para marcharse al Levante. Álvaro Maior ha estado unos días en la capital aragonesa y ahora dedicado a sus negocios en Brasil y con la idea de volver a acercarse al fútbol, el exzaragocista, campeón de la Copa y de la Supercopa, y que cumplió hasta los 40 jugando al fútbol, analiza el presente y su pasado zaragocista.

 

--Ha tardado mucho en venir…

--Y tengo muchos recuerdos, el sentimiento es como retroceder 15 años, la ciudad está muy cambiada, la afición de la Romareda también se ha transformado, lo que no ha cambiado tanto es la Ciudad Deportiva, ya que he visto a Zapater, que entonces era un niño de 18 años que empezaba y ahora es un veterano. Estaba deseando de venir, esperaba encontrar el Zaragoza en mejor momento, sé que tiene problemas económicos en los últimos años, pero no podemos perder la ilusión de volver a Primera y que este equipo vuelva ser el gran club que fue ocupando su sitio, porque en el corazón del zaragocismo siempre lo es.

--Menudo cambio ha dado el Zaragoza que usted vivió y el de ahora. De la élite y los títulos a llevar nueve temporadas seguidas fuera de Primera.

--La realidad es que ahora es un club de Segunda, pero hay procesos en el fútbol y todo llega y el respaldo de la gente, los más de 20.000 socios, lo tiene. Ningún equipo de Segunda tiene ese poder, eso solo por sí mismo ya es una esperanza enorme para que salga adelante, para que los jugadores muestren su compromiso y den lo máximo para devolver al club a Primera.

"Es vital que los futbolistas tengan compromiso y carácter, que haya esa fuerza mental. El Zaragoza cuando disputamos títulos fue porque teníamos una identidad de jugadores que peleaban"

--Compromiso y carácter. Dos palabras que estaban escritas a fuego en el Álvaro Maior futbolista.

--Es que es vital que los futbolistas los tengan, que haya esa fuerza mental. El Zaragoza cuando disputamos títulos y logramos la Copa y la Supercopa fue porque teníamos una identidad de jugadores con carácter, que peleaban. Pero no solo los futbolistas, el entorno, los medios, la gente, todo era muy próximo. Eso es lo que yo viví. Todo eso ayuda a hacer un equipo, a tener un nivel de concentración y de motivación más alto. Todos tienen que ser complementarios, el equipo es la cabeza de la pirámide, pero después ayudando está el resto.

--¿Qué ha significado el Zaragoza en su carrera?

--Ahora ya puedo decir fríamente que me equivoqué mucho al salir de Zaragoza, porque este club era para estar toda la vida. Al irme di muchos pasos atrás. Zaragoza lo ha sido todo, llegué a Las Palmas, viví el problema del pasaporte falso y lo que supuso y este club me dio la ocasión de ponerme al primer nivel, de volverme a ilusionar. Fue el principio de todo, después salí al Levante, fui campeón en Brasil de la Sudamericana y de la Liga, pero nadie me dio tanto como este club, me permitió ser todo.

"Si vuelvo a estar dentro del fútbol, quiero ayudar en lo posible al Zaragoza. Hay ese sentimiento fuerte, porque los títulos que gané aquí son los más importantes de mi carrera"

--¿Le da pena verlo tan encasillado en Segunda?

--Mucha. Intento seguirlo todo lo que puedo y ver partidos. Estas dos últimas temporadas fueron muy distintas, la que tuvo todo para subir y la pandemia lo evitó y la pasada donde tanto se sufrió por no bajar. Mi ilusión es verlo de nuevo en los primeros puestos, peleando por el ascenso, y hay muchas cosas extradeportivas que pueden ayudar, pero creo que JIM puede hacer un equipo ganador y que transmita a sus futbolistas la capacidad para dar el máximo.

--Ahora mismo su presente no está tan relacionado con el fútbol, pero planea que lo esté. ¿Le gustaría ayudar al Zaragoza?

--Claro, si vuelvo a estar dentro del fútbol, quiero ayudar en lo posible al Zaragoza. Es que he encontrado tanta gente querida al venir, a Cuartero, a Míchel (Román), a Andrés (Ubieto), a Zapa… Hay ese sentimiento fuerte, porque los títulos que gané aquí son los más importantes de mi carrera y me ilusionaría volver a ayudar al Zaragoza como sea, pero eso solo el tiempo dirá.

--¿Qué mensaje le da a la afición?

--Siempre estuvo a nuestro lado, entonces luchando por títulos y en Primera y ahora la realidad es distinta, pero el mensaje a la grada es que sea el jugador número 12, que La Romareda haga ese fortín. Que siga teniendo comprensión, tranquilidad y fe, pero también la exigencia, creo que cuando la grada exige despierta el nivel de concentración y motivación para que el jugador pueda hacer el mejor trabajo y el equipo regrese donde tiene que estar.