El calendario, mucho más desde que es asimétrico, concede la oportunidad de jugar dos partidos consecutivos en casa. La tiene ahora el Real Zaragoza, que avista los duelos ante el Eibar, fuerte en Ipurua y flojo a domicilio, este lunes, y el irregular Oviedo, el domingo 9, como una buena oportunidad, o una gran habría que decir, para intentar impulsarse desde los bajos fondos de la tabla rumbo a la parte alta. Sin embargo, la historia reciente en esta etapa en Segunda que comenzó en 2013 dice que no es nada sencillo firmar un pleno en casa cuando se unen dos citas seguidas. De las 16 ocasiones que ha tenido el equipo blanquillo solo lo logró en tres. Ahora puede conseguir la cuarta y aún tendrá en esta temporada otros dos duelos seguidos ante su gente, contra Granada y Racing en la recta final del campeonato.
En esas tres, con Juan Ignacio Martínez el curso pasado, en la última vez que se ha dado esta oportunidad, ante Almería (2-0) y Fuenlabrada (2-1), con Natxo González en la 17-18, ante Albacete (4-1) y Valladolid (3-2), y con Ranko Popovic en la 14-15, ante Leganés y Recre, ambas por 2-0, el Zaragoza firmó un pleno al 6, un botín jugoso. Es más, en la del entrenador serbio fueron hasta tres las victorias seguidas en casa, añadida la lograda ante el Barcelona B (4-0) tras aplazarse unos días por la nieve la visita a Pamplona ante Osasuna, que después también se ganó por cierto.
En 13 de 16 ocasiones ocasiones no fue capaz este Zaragoza anclado en Segunda de hacer ese pleno. Incluso en alguna, como con Popovic en la 15-16, con cero puntos por las derrotas seguidas ante Córdoba y Osasuna
Sin embargo, el porcentaje de fallos en ese botín de 6 puntos es muy elevado. En 13 ocasiones no fue capaz este Zaragoza anclado en Segunda de hacer ese pleno. Incluso en alguna, como con Popovic en la 15-16, con cero puntos por las derrotas seguidas ante Córdoba y Osasuna, el equipo salió de vacío y en dos ocasiones, en la 18-19 con Alcaraz y en la 19-20 con Víctor, con solo un punto de seis. En total en esas trece veces que no consiguió el pleno, el Zaragoza logró 34 puntos de los 78 posibles, menos de la mitad. Se entiende pues el veneno que tiene contar con esas dos citas seguidas de local, ya que la gravedad del tropiezo aumenta las dudas al ser dos partidos consecutivos ante la parroquia zaragocista
Debilidad casera
En el fondo de todo subyace la tremenda irregularidad de este Zaragoza de plata en La Romareda, el que debería ser el bastión para el retorno a Primera y que se ha convertido en no pocas ocasiones en un sumidero de puntos perdidos. Este curso, sin ir más lejos, el Zaragoza solo lleva 4 puntos de 9 posibles, con una victoria ante el Sporting, un empate con el Levante y una derrota contra el Lugo. Solo el Racing y el Málaga, ambos con un punto, llevan menos bagaje global de local. Mientras, en más de la mitad de las temporadas desde el descenso, en 5 de las 9 en concreto, el conjunto aragonés ha dejado escapar más del 50% de los puntos en casa, un dato demoledor.
En más de la mitad de las temporadas desde el descenso, en 5 de las 9 en concreto, el conjunto aragonés ha dejado escapar más del 50% de los puntos en casa. Las peores, la 13-14 y la 18-19, con solo 28
Las peores campañas en La Romareda en Segunda han sido la 13-14 y la 18-19, donde el equipo solo firmó 28 puntos de 63, el 44,4% de los puntos que puso en juego. En la 13-14, de hecho, solo el Hércules, descendido como colista esa temporada, fue peor en su feudo que los zaragocistas. Tampoco se superaron la mitad de los puntos en la 19-20, con 31 (49,2%), una campaña curiosa donde el Zaragoza rozó el ascenso y acabó tercero tras la pandemia gracias a su poder a domicilio, donde fue el más fuerte de la Liga; en la Liga pasada, cuando acabó con los mismos 31 y siendo el decimocuarto equipo en casa; y en la 16-17, con 30 puntos (47,6%) de 63 posibles.
La mejor temporada en casa fue la 17-18, con una segunda vuelta con 10 victorias en La Romareda y con 42 puntos como balance final
Mientras, la mejor temporada de local la vivió el Zaragoza de Natxo González, de meteórica reacción en la segunda vuelta, donde en La Romareda firmó 10 victorias tras el ecuador para acabar tercero y ser eliminado en la promoción por el Numancia. Acabó con 42 puntos en su estadio, el 66,6% y aun así fue el octavo en esa tabla casera. 41 puntos (65,09%) hizo en la 15-16, donde se quedó a las puertas del playoff, 37 (58,7%) en la 14-15, cuando lo disputó y se descabalgó del ascenso a falta de siete minutos en el estadio de Gran Canaria frente a la UD Las Palmas, y 34 (53,9%) en la 20-21, ya que la permanencia sellada por JIM desde que llegó en diciembre se basó en la fortaleza en una Romareda vacía.
