La SD Huesca comenzó el año de la peor manera al caer derrotada (0-1) ante el Girona en El Alcoraz en un choque que volvió a dejar patentes las limitaciones y los problemas que arrastran los oscenses desde que comenzó la temporada. 

Desde el inicio del choque, el Girona se hizo con el balón ante un Huesca al que no le incomodaba para nada esa circunstancia. A los cinco minutos, una pérdida de balón de los catalanes sirvió para que Juan Carlos probara fortuna con un disparo desde 40 metros que se fue envenenando y obligó a Ortolá, portero visitante, a hacer una gran estirada y mandar el balón a córner. Pero la pelota seguía siendo del Girona, que avisó con tres llegadas prácticamente seguidas, un córner, un disparo desviado y una gran jugada trenzada de los catalanes en la que Andrés Fernández, muy inteligente, se anticipó a Aleix y le negó la oportunidad de abrir el marcador.

Mediada la primera parte, el Girona retrasó sus líneas y el Huesca pudo respirar aunque no conseguía generar peligro. Las arrancadas de Nwakali y Juan Carlos, el más entonado en los primeros 45 minutos, más los balones largos a Pitta, más participativo que en otras ocasiones pero acelerado e impreciso, eran los únicos recursos de los oscenses para acercarse al área visitante. Casi a las puertas del descanso, el Huesca pudo adelantarse con un gran centro cerrado de Mateu en una falta lateral que la defensa catalana salvó en boca de gol cuando Pulido ya estaba preparado para remacharlo dentro de la portería. 

La vuelta de los vestuarios dejó la buena noticia del regreso de Insua, que sustituyó a Florian Miguel, aturdido en un lance antes del descanso. Pero nada más comenzar el segundo acto, un mal despeje de Marc Mateu dejó un balón suelto en la frontal que Samu Saiz colocó en la escuadra en un gran disparo ante el que nada pudo hacer Andrés. El jugador con pasado oscense se disculpó por un gol que ponía el partido cuesta arriba para los hombres de Xisco. Ya no valía con esperar y salir.

Pero la falta de ideas en la creación de juego, problema central de este equipo, era evidente y solo un improvisado Pulido como atacante intentaba proponer soluciones. Una asistencia suya permitió a Mikel Rico tener una buena oportunidad pero su potente disparo salió demasiado centrado.

OCASIÓN DE PITTA

Poco a poco, con más garra que otra cosa, el Huesca fue adueñándose del partido y embotellando a su rival. Pitta tuvo en sus botas el empate tras un error de la defensa visitante pero pecó de egoísta al definir él en una posición escorada cuando dos compañeros esperaban dentro del área. Fue su última jugada, ya que Xisco dio entrada a Gaich y Ferreiro. El Huesca se lanzó a por al menos la igualada. El argentino la tuvo nada más entrar pero Ortolá, muy seguro todo el choque, volvió a responder con acierto a su disparo raso.

De ahí hasta el final, una sucesión de centros laterales, a cargo de Mateu y Ferreiro, e infinidad de córners que no encontraron el premio del gol, certificaron la derrota de un Huesca que sigue sin levantar cabeza en El Alcoraz y que da la sensación de que, priorizando la solidez, el control y el equilibrio, desperdicia muchos minutos de sus partidos.

Ficha técnica:

Huesca: Andrés Fernández; Buffarini (Manu Rico, m. 64), Pulido, Ignasi Miquel (Lombardo, m. 85), Mosquera; Florian Miguel (Insua, m. 46); Mikel Rico, Nwakali, Juan Carlos (Ferreiro, m. 72), Marc Mateu y Pitta (Gaich, m. 72).

Girona: Ortolá; Valery, S. Bueno, Bernardo, Juanpe, Jairo (Juncá, m. 90); Ibrahima Kebe (Artero, m. 90), Pol Lozano, Aleix García; Samu Saiz (Bustos, m. 65), y Álex Baena (Borja García, m. 76).

Gol: 0-1, min.47: Samu Saiz.

Árbitro: Moreno Aragón, del comité madrileño. Mostró tarjetas amarillas por parte de la Sociedad Deportiva Huesca a Nwakali; y por parte del Girona FC a Pol Lozano.

Incidencias: 4.995 espectadores en El Alcoraz (Huesca).