Con la moral alta tras sus últimos triunfos, Huesca y Racing intentarán aprovechar la inercia positiva para sumar una nueva victoria este sábado en El Alcoraz (18.30 horas), una empresa en principio más comprometida para el equipo cántabro debido a sus numerosas, e importantes, bajas: llega sin delanteros. El equipo oscense logró en la pasada jornada un triunfo por la mínima en el Carlos Tartiere ante el Real Oviedo y los tres puntos le dieron, además de mucha más confianza, un salto en la clasificación, en la que mira hacia la parte de arriba por vez primera en la temporada.

En casa se ha mostrado muy fiable y seguro, al ser un bloque sólido con un sistema defensivo difícil de superar. Las previsibles rotaciones se esperan desde el medio campo hacia adelante, ya que la portería y la línea defensiva parecen intocables para José Ángel Ziganda. El entrenador navarro sigue sin contar con el sancionado Florian Miguel y tampoco tendrá a los lesionados Dani Escriche, Joaquín Muñoz y Enzo Lombardo.

Las novedades para este partido podrían venir en el centro del campo con la vuelta de David Timor y Pablo Tomeo como pivotes defensivos, junto con Patrik Soko (exracinguista) y Abou Kanté por las bandas. El puesto de delantero se lo disputarían José Angel Carrillo, que marcó su primer gol contra el Oviedo, o el canterano Kevin Carlos.

El Racing encadena dos victorias seguidas, ante Levante y Zaragoza, pero afronta el compromiso ante el Huesca sin delanteros, ya que el miércoles cayó lesionado Matheus Aias, el único atacante puro con el que podía contar el técnico Guillermo Fernández Romo. Matheus se une a las bajas en ataque de Cedric Omigi y Sekou Gassama, por lo que el entrenador verdiblanco deberá buscar alguna alternativa en la punta del equipo, o dar entrada en el once a alguno de los delanteros del filial convocados, Jorge Delgado y Ayoub.

«En Segunda División hay que ser solventes, compactos y dar sensación de grupo y, a partir de ahí, progresar y lo estamos haciendo pero esto hay que repetirlo», comentó Ziganda en rueda de prensa. El Huesca tiene un patrón muy definido de juego que es ser un bloque defensivo homogéneo y salir a la contra, algo que reconoció el entrenador del conjunto oscense. «Nos sentimos más cómodos que teniendo la posesión del balón y tenemos jugadores para hacerlo, más que llevar el ritmo de juego, aunque quizá nos falte, y queremos mejorar otras cosas», dijo el técnico.