No se conformaron con propinar una brutal paliza a un vigilante del metro de Madrid. La grabaron en vídeo y pusieron la cinta en internet para vanagloriarse ante sus colegas. Los protagonistas fueron un grupo de ocho grafiteros y los hechos ocurrieron a las tres de la madrugada del pasado día 11 en la estación de la plaza Elíptica. Ayer lo denunció el sindicato CCOO.

Los jóvenes se dirigían a realizar sus habituales grafitos en vagones y estaciones cuando dos vigilantes les dieron el alto. Pero no sabían lo que les esperaba. El grupo iba armado con barras de hierro y tubos de PVC y lo primero que hizo fue inmovilizar a una vigilante con sus propias esposas, causándole lesiones leves en el forcejeo.

DIVERSAS FRACTURAS Su compañero salió más malparado. Recibió una auténtica lluvia de golpes que le causaron varias fracturas de las que deberá ser operado. Las lesiones no fueron más importantes "gracias a la intervención de un trabajador del metro", que le ayudó a ahuyentar a los agresores, según CCOO.

El sindicato lamentó que casi una semana después, la dirección del metro madrileño "no haya adoptado ninguna medida disuasoria preventiva para evitar este tipo de agresiones" y reclamó que se informe puntualmente de los sucesos de esta índole, "poniendo fin al permanente oscurantismo" informativo sobre los accidentes laborales.

Fuentes del metro madrileño respondieron que toda la red dispone de sistemas de seguridad, como cámaras de videovigilancia y alarmas, y que los vigilantes están provistos de dispositivos para establecer contacto directo con la policía ante este tipo de situaciones. Indicaron, además, que la compañía informa a las empresa de seguridad de "cualquier hecho anómalo que les suceda a sus empleados mientras vigilan en el suburbano".

GRUPOS VIOLENTOS Un portavoz del metro madrileño reconoció que en el suburbano actúan varias "bandas violentas" de jóvenes que "burlan" los controles de seguridad de los pasillos y las estaciones para hacer pintadas. Suelen llevar cámaras de vídeo, pero sólo para divulgar sus acciones.

Normalmente las bandas que funcionan por el subsuelo madrileño se limitan a "asustar" a los viajeros, pero no suelen agredir ni a éstos ni a los vigilantes, según la empresa, que no descartó, sin embargo, que se hayan producido más agresiones con anterioridad. Los vigilantes pertenecen a empresas privadas de seguridad.