Bajó a la calle a enseñar su coche en venta a un comprador y ya no volvió a su domicilio. El individuo que le esperaba estaba más interesado en quitarle la vida que en el vehículo. Así, nada más verlo, le descerrajó siete tiros, uno de ellos en el abdomen. Fue imposible la reanimación.

J. Fito había puesto en venta su coche, un BMW 520, por 4.207 euros (700.000 pesetas). El vehículo estaba aparcado enfrente de su domicilio, en la calle de Maximili Thous de Valencia. El martes por la noche, Fito, de 30 años, recibió la llamada de un supuesto comprador que le pidió que bajara para cerrar el trato. Su agresor, tras los disparos, huyó a pie.

Un testigo declaró a la policía que el asesino vestía chándal y gorra negros y que salió corriendo. Juan Cotino, delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, descartó el robo como móvil y reveló que la policía investiga la relación con una pelea "sucedida hace unos meses a la salida de una discoteca", en la que el fallecido recibió una herida "con un arma punzante".