El Congreso de los Diputados acaba de aprobar un paquete importante de medidas penales. Es la enésima reforma abordada por el PP. Es positivo que se establezca un marco jurídico claro sobre el sometimiento de los detenidos a pruebas de ADN, pero esta normativa corre serio riesgo de ser tachada inconstitucional sino garantiza la voluntariedad.

No tiene sentido ampliar el catálogo de juicios rápidos cuando se han detectado graves fisuras. El catálogo de nuevos delitos es innecesario, ya que los problemas se detectan en la falta de medios para investigar. Se pretende derogar a golpe de reformas parciales el Código Penal de 1995, aboliendo de hecho el arresto de fin de semana sin alternativas a la cárcel frente a la pequeña delincuencia. Las reformas impulsadas por el PP están convirtiendo los juzgados de instrucción en un auténtico caos y a los jueces en el acelerado y angustiado conejo de Alicia en el País de las Maravillas: el que llegaba tarde a todas partes.

*Magistrado.