Más de 50 desaparecidos y 36 cadáveres, la mayoría de ellos irreconocibles. La tragedia del naufragio de una patera frente a las playas de Rota (Cádiz) no sólo queda en estas cifras. La burocracia marroquí ha agravado al drama al impedir que la mayoría de las familias de las víctimas puedan desplazarse a España para identificar a los fallecidos, trámite indispensable para la repatriación de los cuerpos.

Casi todos los parientes continúan en Marruecos a la espera de obtener el visado que les permita desplazarse a Algeciras (Cádiz), en cuyo tanatorio han sido depositados los restos. "Todas las familias se han presentado en los juzgados correspondientes y se les han exigido trámites que pueden llegar a tardar entre 25 y 30 días", denunció ayer el presidente de la Asociación de Trabajadores Inmigrantes Marroquís en España, Kamal Rahmouni.

"No ha habido trato humano, pese a tratarse de un caso especial. Las familias de los fallecidos no vienen a hacer turismo. Tendría que haber más flexibilidad por parte del Gobierno", lamentó Rahmouni.

La presencia de los familiares resulta determinante para completar la repatriación de los cadáveres. El avanzado estado de descomposición en que se encuentran los cuerpos de los inmigrantes marroquís dificulta enormemente su identificación.

CONTRA LA FUNERARIA Los primos Ismail y Hassan Gariati fueron los únicos familiares que pudieron desplazarse ayer a Algeciras, ya que residen en Italia y se pudieron beneficiar de la libre circulación de personas en territorio de la UE. Les acompañaban un representante de algunas familias de la aldea de Tanoora --de la que procedían muchos de los fallecidos--, que vive en Barcelona, y el presidente de la Asociación Amigos y Familiares de Víctimas de la Inmigración Clandestina, Khalil Jemmah, en Casablanca (Marruecos).

Jemmah pidió mayor celeridad en los procesos de repatriación de los cuerpos, por lo que propuso crear un punto de encuentro en la frontera con Ceuta para que puedan acudir todos los familiares.

El traslado a Marruecos de cada cuerpo cuesta 3.000 euros (unas 500.000 pesetas). El elevado precio del viaje será costeado por la fundación gubernamental Hassan II. Kamal Rahmouni criticó duramente el coste de la operación. "Las funerarias cobran una cantidad desorbitada. Se aprovechan de una situación dramática y esto puede rozar la ilegalidad", aseguró.

CUATRO IDENTIFICADOS En el caso de Ismail y Hassan no fue necesaria la prueba del ADN. Ambos pudieron identificar a uno de los cadáveres. Era el hermano de Ismail, Mustafa. Fue el segundo cuerpo sin vida que la marea arrastró a la playa. Otros tres fallecidos pudieron ser identificados mediante fotografías o por rasgos físicos característicos.