Un total de 45 personas perecieron el pasado fin de semana en las carreteras españolas, otras 29 resultaron con heridas graves y 17 con heridas leves. Se trata del fin de semana más trágico después del verano. Incluso supera a la operación salida, que se saldó el pasado julio con 42 muertos.

El sábado, con 18 víctimas mortales, fue el día más negro. Coincidió con la alerta de Protección Civil por lluvia y viento en seis comunidades autónomas. La Dirección General de Tráfico (DGT) apuntó como causas las malas condiciones climatológicas, el exceso de velocidad y las distracciones. La mayoría de los siniestros se produjeron por salida de la vía de los conductores y tuvieron lugar en las carreteras comarcales. Así, la DGT aconseja cuidar la adherencia del coche a la carretera, disminuir la velocidad y guardar la distancia.