Tras su retiro para convertirse en la perfecta esposa del magnate de la comunicación Ted Turner, de quien se divorció en el 2001, Jane Fonda, de 67 años, estrenará su primera película en 15 años el 6 de mayo, donde hará de malvada suegra de Jennifer López en Monster-in-law . Pero antes, el 5 de abril, la hija de Henry Fonda lanzará unas memorias descarnadas en las que narra sus 35 años de lucha contra la bulimia y las desavenencias con su padre. El retorno de la protagonista de Barbarella se redondea con la edición en DVD de sus vídeos de aeróbic, sobre los que edificó en los años 80 un imperio de 500 millones de euros.

En My life so far (mi vida hasta ahora), título elegido para la autobiografía que publicará Random House, la estrella divide su vida en "tres actos" para demostrar que es "mucho más" que aquel mito erótico y un símbolo contra la guerra de Vietnam, contra la que militó bajo el apodo de Hanoi Jane. Fonda fue una de las primeras famosas que reconoció abiertamente su bulimia. La padeció durante 35 años y la última vez que habló del tema, el mes pasado en la Universidad de Montana, declaró que fue al llegar a la adolescencia cuando sintió que su cuerpo no era perfecto. "Y eso deja un oscuro agujero en cada una de nosotras", aseguró.

En las memorias repasa desde su infancia, rodeada de estrellas de Hollywood, hasta los "desafíos y triunfos" de su vida actual, revelando detalles íntimos que, espera, "sirvan a los lectores para que vivan sus vidas de forma diferente". El primer acto recuerda la muerte de su madre, Frances Seymour Brokaw, una glamourosa mujer de la alta sociedad neoyorquina que se suicidó cuando la actriz tenía 12 años, aunque la familia intentó esconder la tragedia. Jane se enteró meses después leyendo una revista en el colegio.

El distanciamiento de Henry Fonda y sus primeras películas (debutó en Me casaré contigo , en 1960) ocupan el comienzo del libro hasta su boda con Roger Vadim, director de la cinta de culto Barbarella (1968), y padre de su hija Vanessa. En el segundo acto, Fonda examina su activismo contra la guerra de Vietnam, aunque el libro no pretende abrir viejas heridas.

Entonces se casó con Tom Hayden, con quien tuvo dos hijos, además de recoger su primer Oscar, en 1971, por Klute y el segundo, en 1978, por El regreso . En 1991, anunció su boda con Turner. Ella dejó el cine y él abrazó las causas sociales. La pareja rompió diez años después. Desde entonces, Fonda vive en Atlanta y ocupa su tiempo en la reforma de la educación, la prevención del embarazo en adolescentes y la superación de estereotipos sexuales.