La policía ha orientado las investigaciones sobre la red de blanqueo de capitales desarticulada la semana pasada en Marbella (Málaga) a las posibles conexiones de los bancos con la trama. Los agentes han iniciado este frente de las pesquisas con el interrogatorio de dos directores de sucursales bancarias de la localidad.

La primera fase de la operación Ballena Blanca ha terminado tras la detención e interrogatorio de 41 personas, de las que 10 están presas, entre ellas el jefe de la trama, el letrado Fernando del Valle. Otras cinco personas están en libertad con fianza y el resto en libertad con cargos. El delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, afirmó ayer que la operación está "básicamente cerrada".

Ahora, los investigadores centran sus esfuerzos en descubrir si la trama, que ha blanqueado más de 600 millones de euros, ha contado con la complicidad de los bancos. Fuentes de la investigación confirmaron ayer que los dos directores de sendas sucursales del Banco Atlántico y del Banco de Andalucía en Marbella han sido interrogados tras el registro de las oficinas. Otros bancos también están siendo analizados.

Los agentes rastrean las cuentas bancarias que el abogado Del Valle, titular de cientos de empresas supuestamente empleadas en el blanqueo de capitales, ha podido utilizar para mover el dinero que hacía llegar a paraísos fiscales. Fuentes de la fiscalía creen que los bancos han incumplido la ley que les obliga a informar de movimientos sospechosos.

La policía y cinco expertos de Hacienda continúan examinando la documentación intervenida al letrado. De momento, han hallado que la mayoría de sus clientes son extranjeros. El fiscal jefe anticorrupción, Antonio Salinas, aseguró que una de las empresas implicadas "directa o indirectamente" es la petrolera rusa Yukos. Fuentes de la investigación han descartado de momento que la red esté vinculada con la financiación de partidos políticos.