La oleada creciente de solidaridad de los diversos grupos que convocan concentraciones para conseguir parar ejecuciones hipotecarias que consideran injustas ha topado con el aumento de la intervención policial, después de meses de éxitos. Hace unos días fue necesario un cordón de cien policías para facilitar un desalojo en Madrid, debido a la presencia de activistas del movimiento 15-M.

Y la última muestra tuvo lugar el lunes en el barrio del Clot, en Barcelona. Los Mossos cargaron contra las más de 100 personas que intentaban parar el desahucio de una pareja que desde hace unos meses no puede pagar el alquiler de la vivienda donde residían desde hace 25 años. Después de toda una mañana de protestas, los agentes terminaron entrando a la casa por el balcón.