Sant Sadurní d´Anoia se despertó la madrugada de ayer con las incesantes sirenas de coches de bomberos y con el cielo iluminado por las llamas que prendían de una de las empresas más emblemáticas del Alto Penedès y de Cataluña. Las Cavas Codorníu sufrieron un aparatoso incendio que destruyó dos naves de logística y almacenaje, pero que no afectó a las bodegas ni al emblemático edificio modernista de Josep Puig i Cadafalch, tarjeta de visita de la empresa vinícola que pudo mantener abiertas sus puertas para recibir visitas y que, por tanto, hoy funcionará con toda normalidad.

El incendio, que no causó daños personales, se originó sobre las 2.30 horas de la madrugada. La hipótesis que parece más clara respecto la causa es la del cortocircuito, aunque esa conclusión depende de los resultados de la investigación por parte de los bomberos del gobierno catalán. Según las primeras investigaciones, el origen estuvo muy probablemente en la sala de máquinas de las carretillas elevadoras.

Los bomberos acudieron con 16 dotaciones de varios parques cercanos y lograron controlar el fuego sobre las cinco de la madrugada. El incendio solo se pudo extinguir desde fuera, ya que las naves corrían el riesgo de hundirse. De hecho, en una de ellas se desplomó el techo. En el momento de declararse el incendio, solo había un vigilante en la empresa, por lo que no hizo falta el temido desalojo masivo. Seis dotaciones de los bomberos continuaron trabajando durante todo el día ayer en tareas de enfriamiento y de retirada de las partes afectadas por el fuego.

Una de las naves destruidas, de 1.000 metros cuadrados, servía de aparcamiento de vehículos industriales, como toros y carretillas mecanizadas. La segunda nave afectada, de 5.000 metros cuadrados, servía de almacén para miles de botellas listas para la distribución. En total, el fuego afectó a unos 3.000 metros cuadrados, después de la última valoración que se hizo ayer de la zona quemada. En total, los terrenos de la empresa, situada en la zona de Afores al norte de Sant Sadurní, tienen unos 20.000 metros cuadrados construidos.

El incendio no afectó al edificio diseñado por el arquitecto modernista Puig Cadafalch ni a las cavas de la empresa. Por eso, Codorníu no se vio obligado ayer a anular las visitas programadas. La bodega espera seguir recibiendo durante este fin de semana a los 300 visitantes que habitualmente se desplazan cada fin de semana a sus instalaciones. La única parte que no podrán visitar es la zona de fermentación del cava, ya que se encuentra en grutas que han sufrido inundaciones por el agua lanzada por los bomberos.

El edifico fue construido entre 1895 y 1915. En 1976 fue declarado Monumento Histórico Artístico y constituye uno de los más impresionantes ejemplos de arquitectura civil dedicada a la elaboración y crianza de cavas.