La tragedia hipotecaria no se detiene, aunque se hable menos del fenómeno, aunque se diga que la economía mejora. Por cada deshaucio que se detiene, muchos se producen sin testigos incómodos con cámaras. Pero cuando llegan los datos, las percepciones se diluyen, y el Instituto Nacional de Estadística (INE) ofrece los mejores que hay sobre los problemas de la vivienda. Ayer publicó cifras sobre la ejecuciones hipotecarias, los procesos que se abren por impago de crédito hipotecario y que concluyen en un desahucio, aunque cabe subrayar que no todos los procesos de ejecución hipotecaria acaban en lanzamiento.

Según el INE, durante el tercer trimestre del 2014 se iniciaron 6.787 inscripciones de certificaciones por ejecuciones hipotecarias iniciadas relacionadas con primeras viviendas de personas físicas, las que se consideran afectadas por la tragedia hipotecaria. Es una cifra sustanciosa, que supone un 13,5% más de ejecuciones que en el mismo trimestre del 2013. Es un incremento significativo que da idea desde hasta qué punto el problema del impago hipotecario y los desahucios no ha dejado de ser un problema.

En cualquier caso, son números que no sirven para explicarn con claridad cómo está el frente de la vivienda. Verónica Dávalos, una de las abogadas de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, sostiene que ahora mismo los abogados que se dedican a este campo no dan abasto para atender a los afectados. El INE acotó el periodo en el que se firmaron las hipotecas que ahora se han dejado de pagar y que han dado pie a una ejecución en el tercer trimestre del 2014. La mayoría, un 19,2%, se corresponden con hipotecas del 2007; un 17,2% datan del 2006, y un 12,5%, del 2005.