El incendio desencadenado en el choque entre un autocar y un camión en Francia el pasado viernes y en el que murieron 43 personas, se originó por una pieza metálica que perforó el depósito adicional de gasolina del segundo vehículo, indicó hoy la Fiscalía.

El fiscal de Libourne, Christophe Auger, responsable de la investigación, señaló en una conferencia de prensa que esa pieza atravesó la carrocería del vehículo por el impacto del golpe y llegó al depósito ubicado detrás de la cabina del camión.

El gasóleo se inflamó al entrar en contacto con una "superficie caliente" y penetró fácilmente en el autocar porque la luna delantera se había roto.

El siniestro se produjo a las 07.30 hora local (06.30 GMT) en la carretera departamental D17 en Puisseguin (cerca de la ciudad de Libourne, en el departamento de Gironda), y en concreto en un tramo que atraviesa una zona boscosa, en una curva con muy poca visibilidad.

El camión había invadido el carril izquierdo por razones por ahora desconocidas y el autobús -en el que iba un grupo de jubilados que había iniciado una excursión unos minutos antes- se topó con él a la salida de la curva.

El fiscal señaló hoy que las señales de frenada visibles sobre la carretera permiten pensar que el conductor del vehículo intentó sin éxito corregir su trayectoria.

Los tacógrafos del autobús y del camión quedaron muy deteriorados por el choque y el incendio, y la investigación intenta determinar si el camión circulaba a la velocidad adecuada y recabar todos los documentos disponibles sobre el mantenimiento de ambos vehículos y la cualificación de los conductores.

Entre las ocho personas que sobrevivieron, cuatro están todavía hospitalizadas, pero ninguna en estado crítico, añadió el fiscal, según el cual el análisis toxicológico realizado al conductor del autobús resultó negativo.