La presidenta de la Asociación Estatal de Acogimiento Familiar (ASEAF), María Araúz de Robles, ha lamentado este jueves que 1.200 menores de seis años se encuentran acogidos en residencias, a pesar de que la ley lo desaconseja.

Lo ha hecho durante su comparecencia en la Comisión de Derechos de la Familia, la Infancia y la Adolescencia del Senado, en la que ha indicado que el número de menores integrados en el sistema de protección ha aumentado hasta un 47% en los últimos años.

Araúz de Robles ha señalado que, de los cerca de 35.000 menores que se encuentran en el sistema de protección, 18.000 viven en familias de acogida y 17.000, en centros residenciales.

De los 18.000 menores que viven en familias de acogida, el 64% ciento lo hace en su familia extensa, es decir, con parientes cercanos como abuelos o tíos, ha explicado la presidenta de ASEAF.

Y de los 17.000 que se encuentran en centros residenciales, solo el 11% retorna con su familia de origen mientras el 6% pasa a una residencia o a una familia de acogida durante su periplo en el sistema de protección.

Y 1.200 de estos menores tienen menos de seis años, según Araúz de Robles, para quien estas cifras son "elevadísimas", por lo que ha instado a las Administraciones Públicas a encontrar una solución.

La ley de modificación del sistema de protección a la infancia y a la adolescencia recoge que el acogimiento familiar debe prevalecer para cualquier menor, pero especialmente para los menores de seis años.

Además, el Gobierno y las comunidades autónomas se comprometieron el pasado 5 de mayo a que en 2026 ningún menor de seis años tutelado por las administraciones viva en estos centros de acogida residencial y a que antes de 2031 tampoco lo hagan los menores de diez años.

"La situación ha ido empeorando, estos niños deberían estar creciendo en un entorno de seguridad y afecto como las familias de acogida", ha indicado Araúz.

Por ello, ha alertado de la necesidad de fomentar la acogida familiar para que los menores "tengan quien apueste por ellos y les cuiden" y ha asegurado que hay muchas familias dispuestas a acoger a estos niños.

"Acoger es un bien para todos. Estamos a tiempo de hacer España un país de acogida", ha insistido.

Ha destacado la labor de la red de 1.300 residencias que acogen a menores en España, aunque ha opinado que no son sostenibles desde el punto de vista de los recursos públicos.

"Cada niño cuesta más de 4.000 euros al mes y luego cuando salen a la calle se encuentran en situación de marginalidad. Por lo tanto, son recursos públicos tirados a la basura", ha dicho.

Por otra parte, también ha comparecido en la comisión del Senado el presidente de UNICEF Comité Español, Gustavo Suárez, quien ha recordado la amenaza “inmediata” a la que se enfrentan los 7,5 millones de niños que hay en Ucrania y ha subrayado que su vida "no puede quedar en suspenso”.

Asimismo, ha propuesto construir un sistema que resista una mayor llegada de solicitantes de asilo y que fortalezca los sistemas de sanidad, educación y protección.