Gonzalo Bernardos alerta sobre el futuro de los alquileres: "habrá menos oferta"

El economista afirma que la subida del precio del alquiler se debe a tres principales motivos

La subida del precio del alquiler crea innumerables quebraderos de cabeza a quienes desean emanciparse. Especialmente a los jóvenes. Muchos de ellos, que a menudo encadenan contratos temporales, no cumplen los requisitos de propietarios y agencias para acceder a una vivienda, y menos aún para independizarse solos.

Los bonos de alquiler joven tampoco parecen suficientes para paliar esta situación. Uno de los requisitos de este tipo de esta ayuda es que el precio del alquiler no supere los 600 euros mensuales, con la problemática de en ciudades como Zaragoza (en caso de que se desee compartir) es cada vez más difícil encontrar viviendas de dos habitaciones no superen ese tope.

Así las cosas, la gran pregunta que sobrevuela a todos aquellos que buscan alquilar un piso es siempre la misma. ¿Cuándo dejará de subir el precio del alquiler? Una incógnita sobre la que el economista Gonzalo Bernardosha arrojado algo de luz. O acaso sombra, en el caso de los inquilinos...

Cuándo bajará el precio del alquiler

En el programa 'Más Vale Tarde', el profesor de Economía de la Universidad Autónoma de Barcelona apuntó que este escenario se debe a "varios problemas". El primero de ellos, ya mencionado, que los jóvenes cobran "muy mal, bastante menos de lo que ganaban los que tenían 35 años en 2005, 2006 y 2007".

A esto se suma la "globalización inmobiliaria", una realidad que según Gonzalo Bernardos no solo afecta a grandes ciudades como Barcelona o Madrid, sino en todo el mundo. Este término hace referencia a que "tenemos más extranjeros, con más poder adquisitivo, que pueden pagar más por una vivienda", lo que para el economista provoca que se disparen los precios.

El tercer lado del triángulo, según Bernardos, serían los políticos. Y en especial la nueva Ley de Vivienda. Aunque tampoco indició mucho en el tema, el experto dejó caer en su intervención que la nueva ley provocará una disminución de la oferta de viviendas. Posiblemente esta reflexión se deba a que dicha ley recoge diversas restricciones en la actualización de los precios del alquiler,  modificar el régimen de prórrogas de los contratos (bajo las mismas condiciones iniciales) o cargar al propietario con los gastos de la inmobiliaria.